Encuéntranos en Google+. Periodista sin Tribuna... De viaje: enero 2012

jueves, 26 de enero de 2012

Pueblos de España con encanto para perderse en San Valentín o simplemente en pareja

Para el día de los enamorados nada mejor que una escapada romántica a uno de los tantos pueblos con encanto que tiene España. Aquí le sugerimos algunos.

El día de San Valentín es una buena fecha para escaparse con la pareja por los hermosos parajes que ofrece España, bien por el día o por todo el fin de semana. Sin lugar a dudas, España tiene cientos de rincones hermosos y románticos en los que podrá pasear su amor. Aquí les dejamos una selección de aquellos pueblos que no tienen pérdida para que su día de los enamorados sea especial. 

Ayna, Albacete 
Ayna se encuentra situada en lo más profundo de la garganta que forma el río Mundo, es conocida como “la Suiza manchega”. Esto se debe a la gran cantidad de vegetación, la habitual presencia de la nieve en invierno y los grandiosos farallones que rodean el pueblo. Enclavada en la comarca de la Sierra del Segura, muchos dicen que es uno de los paisajes más seductores de Castilla La Mancha. 

Aínsa, Huesca 
Calle Mayor de Aínsa, Huesca
Créditos: Juan R. Lascorz
Aínsa, esta hermosa villa medieval se encuentra en el Pirineo de Huesca, cerca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Sin lugar a dudas, el casco antiguo de Aínsa es ideal para un romántico e invernal paseo de San Valentín. Sus casas, típicas de esta zona de montaña, con sus paredes de piedra y los tejados inclinados para que resbale la nieve. En el castillo de Aínsa, declarado Patrimonio Histórico Español en 1985, pueden pasear por las murallas, con unas maravillosas vistas del pueblo, con la torre de la iglesia de Santa María de Aínsa en todo lo alto. A la torre de la Iglesia puede acceder por una escalera angosta de piedra, que lo conducirá a una vista panorámica de Aínsa y los ríos que la circundan.

Beget, Girona 
Beget, Girona
Créditos: Joe Calhoun
Para llegar a este pueblo del Pirineo gironés es preciso recorrer una sinuosa y angosta carretera, de 3 kilómetros que nace en el Camprodon, en la que las curvas son las protagonistas. El pueblo al completo es un monumento arquitectónico, restaurado e impecable, perdido en el bosque entre dos torrentes, declarado lugar de interés histórico-artístico en 1983. Las casas de piedra y con balcones de madera, están engalanadas con flores o plantas. 

Combarro, Pontevedra 
Combarro es uno de los núcleos pesqueros más bellos de la costa de pontevedresa. Pequeñas calles irregulares de piedra y antiguas casas se unen al puerto. En 1972 fue declarado conjunto de interés artístico y pintoresco gracias a su espectacular encanto. Pero no sólo de pesca vive Combarro. La actividad agrícola también ha dejado su granito de arena en la arquitectura de este pueblo, con más de 30 hórreos que llegan hasta la orilla del mar. También es posible encontrar cruceiros en las intersecciones de caminos y las plazas, basándose en la firme convicción de que los protegen. Sin duda, es un pueblo por el que puede perderse con su pareja para San Valentín. 

Gualchos, Granada 
Si lo que está buscando es romanticismo, tranquilidad y playas, le recomendamos visitar Gualchos, en Granada. La iglesia de San Miguel, la más importante de la zona, esta rodeada de casas blancas. Sus calles son estrechas, con vistas al Mediterráneo y a sus espaldas la Sierra de Lujar. Sus playas, inexplicablemente, no masificadas, son un regalo del litoral mediterráneo difícil de encontrar en nuestros días. Castell de Ferro, es uno de sus principales lugares de interés turístico, se encuentra situado en la cima de un cerro, a 90 metros de altura, ofreciendo unas singulares vistas. 

Pedraza, Segovia 
Plaza de Pedraza. Pedraza, Segovia
Créditos: PsTdeViaje
Pedraza, ubicada a pocos kilómetros de Madrid y Segovia, es un pueblo completamente amurallado y aún conserva su única puerta de acceso. Con un encanto único, durante los fines de semana cientos de turistas recorren sus angostas, empedradas e irregulares calles, paseando antes de degustar una de las delicias de la casa: el cordero asado. Nada más dejar el coche en el solar que hace las veces de parking, se encuentra con la casa museo de Ignacio Zuloaga, pintor guipuzcoano. El castillo, antigua residencia de los reyes de Castilla y León durante la Edad Media, fue comprado por Zuloaga en 1926 y puede ser visitada por los turistas. La plaza de Pedraza, rodeada de antiguas construcciones algunas reformadas como restaurantes y tiendas, otras, con flores, engalanan el pueblo. 

Puebla de Sanabria, Zamora 
La Puebla de Sanabria es uno de esos pueblos que no puede dejar de conocer. Es una ciudad medieval, que aún mantiene su castillo con la ciudadela amurallada en muy buenas condiciones, rehabilitado casi en su totalidad. Catalogada como población de interés cultural, un día debe dedicarlo a perderse por sus callejuelas y admirando sus casonas nobles, el Castillo, la Iglesia Parroquial de la Purificación o la Ermita de San Cayetano. Y por supuesto, una parada obligada es el lago de Sanabria, a 13 kilómetros de la Puebla de Sanabria. 

Rupit, Barcelona 
Si para este San Valentín quiere visitar Rupit, no deje de entrar al pueblo por su bonito puente colgante, por el que sólo pueden pasar 10 personas a la vez y aún así se bambolea con al paso de los turistas. El puente de Rupit, construido sobre la riera del río Rupit en el año 1945, fue restaurado en 1994, conservando la estructura original, es uno de los emblemas de este pueblo que tiene sólo 312 habitantes. Un paseo al atardecer por el núcleo medieval de Rupit puede ser perfecto para un fin de semana de enamorados.

© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados

martes, 17 de enero de 2012

Hoteles inolvidables para celebrar San Valentín en Chile

Si quiere pasar un día de los enamorados especial, un hotel original puede marcar la diferencia. Cuatro espectaculares hoteles a lo largo de Chile.

El día de los enamorados, San Valentín, es perfecto para disfrutar con la pareja momentos de intimidad y placer. No siempre basta con unos bombones y unas flores, de vez en cuando, un hotel romántico o temático, pueden ponerle color a su 14 de febrero. Chile y el hemisferio sur en general, tienen la ventaja de poder hacer coincidir el día de los enamorados con las vacaciones de verano, lo que permite una celebración más larga y organizada para el día de San Valentín. Aquí les dejamos 4 hoteles que merece la pena visitar a lo largo de nuestro país. Para que este 14 de febrero sea perfecto, nada mejor que una cena afrodisíaca y pasar la noche en un hotel que disponga de todas las comodidades para usted y su pareja. 

Hotel Valdivia – Santiago 
Habitación Iguazú, Hotel Valdivia. Santiago
Créditos: Abelardo Mella (H. Valdivia)
Ubicado en Santiago, capital de Chile, el hotel Valdivia es, desde hace 50 años, el hotel para parejas por excelencia. Habitaciones ambientadas pensando en diferentes culturas del mundo, jacuzzi en las habitaciones y terraza. Dependiendo de la hora de llegada, el precio incluye desayuno, comida o cena; un aperitivo de bienvenida y las bebidas dispuestas en el minibar. El hotel Valdivia tiene para todos los gustos: un palacio moro, una cabaña polinésica o un loft oriental pueden ser suyos y de su pareja, por un precio que varía según la habitación entre 60 y 120 euros. 

Motel Tekena – Temuco 
En la ciudad de Temuco, a casi 670 kilómetros de Santiago, se encuentra el motel Tekena, donde las 32 habitaciones están ambientadas en distintos lugares del mundo como España, el Caribe u Oriente. Todas las habitaciones del Tekena cuentan con estacionamiento privado y jacuzzi. Algunas incluso tienen cama de agua y casi todas incluyen un aperitivo a la llegada y el desayuno, continental, a la mañana siguiente. 

Hotel Salto Chico – Torres del Paine 
Si tiene la posibilidad de hacer coincidir sus vacaciones de verano con el día de San Valentín, no dude en visitar las Torres del Paine y alojarse en este paradisíaco paraje. El hotel Salto Chico se encuentra a orillas de la cascada Salto Chico y tiene una vista privilegiada de dos de las tres Torres del Paine, así como también del macizo. Las 50 habitaciones del Salto Chico, cuentan con un pequeño salón de descanso, bañera con hidromasaje y unas vistas espectaculares del entorno. Como regalo especial para el turista, prescinden del televisor, para que la sensación de silencio y privacidad sea total. 

Hotel astronómico Elqui Domos – Valle de Elqui 
Hotel Elqui Domos – Valle de Elqui
Créditos: Hotel Elqui Domos

El Valle de Elqui es destino turístico por excelencia de Chile. Entre todas las maravillas que ofrece, la astronomía cada vez tiene más aceptación entre los turistas. Es por eso que nace en 2005 el hotel Elqui Domos, uno de los 7 hoteles astronómicos que existen y el único en el hemisferio sur. Qué más romántico para el día de los enamorados que dormir viendo las estrellas. Sólo tiene siete habitaciones, domos geodésicos, de dos niveles. En el primero, una sala de estar y el baño. En el segundo, donde se puede desmontar el techo, la cama. En todos los casos, una amplia terraza rodea las habitaciones-domos. Si desea hacer de su estadía en el Elqui Domos aún más especial, puede reservar con antelación para una cabalgata nocturna, de 2 horas y media, a la luz de las estrellas. Incluye también el traslado, con guía, a un lugar de baja contaminación lumínica para la contemplación del cielo. 

Para un San Valentín de ensueño 
Si lo que quiere es un día de los enamorados perfecto, nada mejor que el factor sorpresa. Reserve con antelación, sin contárselo a su pareja y pida en el hotel, si no cuentan con ese servicio, que los reciban con una botella de champán y unas ostras o unas frutillas, las flores, las puede llevar usted.

© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados 

martes, 10 de enero de 2012

Puerto Fuy y Lago Pirihueico, perdidos en Los Andes chilenos

A más de 800 kilómetros de Santiago aún es posible encontrar un paraíso donde la mano del hombre no ha intervenido de manera drástica.

Lago Pirihueico
Créditos: Cristóbal Donoso Leyton
La Cordillera de los Andes depara muchas sorpresas. En la XIV Región de Los Ríos de Chile se esconde un lago cordillerano llamado Pirihueico, que en mapudungun, el idioma de los mapuches, quiere decir charco de nieve. Para llegar a Pirihueico se debe seguir el camino que circunda el lado norte del Lago Panguipulli, dirección Neltume, unos 68 kilómetros y se llega a Puerto Fuy, un modesto caserío con una extensa playa, en la ribera poniente del lago Pirihueico. Casi la mitad de la ribera del Pirihueico está formada por acantilados rocosos, sin embargo, el resto tiene playas de 1.500 metros de longitud. 


Puerto Fuy y el tranbordador Hua Hum 
Transbordador Hua Hum
Créditos: Cristóbal Donoso Leyton
Entre montañas, ríos, bosques nativos y el lago Pirihueico, asoma el pequeño caserío de Puerto Fuy. Cerca de 800 personas viven en este paraíso cordillerano, que además de ser una reserva de vida silvestre, es la puerta de acceso al Hua Hum, el paso fronterizo más bajo de Chile, contando tan sólo con 659 metros sobre el nivel del mar. La palabra Hua Hum viene del mapudungun y significa abrirse el cauce del río. Para cruzar a Argentina por ese punto es necesario cruzar el Pirihueico en un transbordador que lleva a Puerto Pirihueico y desde ahí al paso fronterizo: Hua Hum. Esta travesía por el lago dura 90 minutos a bordo del transbordador que tiene capacidad para 23 vehículos. Al cruzar la Cordillera se llega al Parque Nacional Lanin y a San Martín de Los Andes, en Argentina. El transbordador y el paso fronterizo toman su nombre del río que nace en Argentina -en el Lago Nonthué- y que desemboca en el Lago Pirihueico, al otro lado de la Cordillera. 

La vegetación de Puerto Fuy 
La extensa playa de Puerto Fuy y su generosa naturaleza, aún agreste y poco intervenida por el hombre consiguen dejar sin palabras al visitante. Cada año se registran cerca de 4.400 milímetros de precipitación en la zona, regando esta selva conocida como selva o bosque tropical Valdiviana, que contiene aproximadamente el 25 por ciento de las reservas mundiales de este tipo bosque. Una de las características de este tipo de bosques es que gracias a su aislamiento geográfico, es posible encontrar un elevado número de especies endémicas, como ulmo, mañío, coigüe y notro. Muy similar al bosque valdiviano que se puede ver en los Ojos del Caburgua en Pucón, en Pirihueico sorprenden los añosos alerces, una especie que se estima es la segunda más antigua del mundo. Los bellos paisajes y la tranquilidad de la zona se pueden apreciar haciendo caminatas por el bosque, rafting en el río Fuy o bien kayak y pesca en el Lago Pirihueico. 

Las aguas del Pirihueico 
Puerto Fuy, con sus calles de tierra, es solitario en invierno y un poco menos en verano. Sus aguas, si bien son cordilleranas, no son tan frías como se puede esperar. Sus aguas profundas, que alcanzan una máxima de 145 metros y transparentes de color azul verdoso, invitan a los deportes acuáticos.

Lago Pirihueico
Créditos: Cristóbal Donoso Leyton
Salto del Huilo Huilo 
En el río Fuy es posible admirar cómo las aguas caen a través de angostos canales culminando en una caída de casi 50 metros de altura, lo que produce una densa nube de agua. Una erupción volcánica es la culpable de que se formara el canal, que el río pese a su fuerza, no ha podido erosionar. La caída de agua ha formado una profunda garganta cubierta de selva y helechos. El Huilo Huilo fue declarado reserva de la biosfera de la Unesco, en 2007. 

Clima en Puerto Fuy 
La mejor fecha para perderse en estos maravillosos paisajes, es el verano del hemisferio sur, de diciembre a marzo. Si bien está zona no sabe de estaciones secas, las lluvias son menos probables en el estío.

© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados 

lunes, 2 de enero de 2012

San Wich: los mejores sánguches chilenos en Madrid

Sandwich, Hortaleza, 78 Madrid
Créditos: Sandwich

Para probar un típico sándwich chileno, no hace falta viajar a Chile. En la calle Hortaleza, en Chueca, San Wich prepara los mejores de Madrid.

La comida chilena es muy variada, sin embargo, en Madrid no es posible encontrar muchos restaurantes dedicados a la comida trasandina. Si está por el barrio de Chueca y quiere probar los mejores sánguches chilenos de Madrid, pase por la calle Hortaleza esquina Gravina. 

Restaurante San Wich: porque un buen sándwich es justo y necesario 
Cuando José Ignacio y Ricardo Sáez Díaz, dos hermanos publicistas chilenos, llegaron a España les llamó la atención no encontrar algo que se pareciera a los sándwiches tan típicos de Chile. Así que después de mucho tiempo y haciendo una apuesta por algo desconocido para los madrileños, inauguraron San Wich a principios de julio de 2010. Desde un principio se transformó en un lugar al que no solo acudían chilenos buscando un pedacito de patria, si no que también madrileños y turistas, que tímidamente empezaron con las clásicas hamburguesas para finalmente atreverse con churrascos, lomitos y completos italianos. 

Qué comer, para empezar, en el San Wich 
Para empezar a abrir el apetito, puede pedir unas sopaipillas, hechas de harina de trigo y zapallo (calabaza) con pebre (tomate, cebolla, cilantro y ají (chile) verde, todo picado muy finito). O una jugosa empanada de pino -carne picada, cebolla, huevo, aceituna y pasas-. Si quiere beber uno de los pisco sour más ricos que venden en Madrid, está en el lugar indicado. Después de probar y combinar muchas recetas, en el San Wich dieron con la receta perfecta, con ese puntito de espuma que deja los bigotes blancos. 

Sánguche chileno
Créditos: María José Vázquez 
Los sánguches chilenos en Madrid 
Todos los detalles están rigurosamente cuidados para que los sándwiches de los hermanos Sáez sean lo más fieles a sus hermanos chilenos. Es por eso que un panadero les prepara el pan especialmente, inspirado en el que degustan los chilenos a miles de kilómetros de distancia. Churrascos, lomitos, completos o una carne mechada a lo pobre lo harán probar nuevas maneras de comer pan. El churrasco, un fino filete de ternera, está acompañado –por ejemplo- de palta (aguacate), tomate y mayonesa. Si quiere un sándwich con apellido, puede pedir un Barros Luco, filete de ternera con queso fundido. El sánguche de mechada a lo pobre tiene además de la carne, cebolla caramelizada, mozzarella y un huevo frito. Si quiere algo un poco más liviano y fresquito, siempre puede pedir un ave palta, mayo o pimiento. Están elaborados de una pasta de pollo y mayonesa que según el caso va mezclado de palta, solo mayonesa, o pimiento. 

Postres típicos de Chile en Chueca 
Mote con huesillos
Créditos: Sanwich
Si aún tiene ganas de probar cosas nuevas, para el postre San Wich tiene también unas apetitosas sugerencias chilenas. En verano, no deje de pedir mote con huesillos, bebida no alcohólica típica del verano chileno, muy refrescante y apetitosa. Si le gusta el manjar (dulce de leche) tiene varias opciones que no lo dejarán indiferente: empolvados, chilenitos, brazo de reina o alfajores. Imperdibles son sus vasitos de “tentaciones” de mouse de manjar, pie de limón o leche asada. 

El San Wich 
El actual San Wich cuenta con tres mesas y una barra que se están haciendo escasas para los cada vez más numerosos adictos a los sánguches chilenos. De todas maneras, no se asuste, si le va lo tradicional, también puede pedir una bacon cheese burguer y se irá igual de contento. Para aquellos que son más de casa, San Wich tiene la opción take away, así que puede llamar para encargarlo y luego pasarse por Hortaleza 78 para recogerlo.


© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados