miércoles, 28 de diciembre de 2011

Puerto Montt, mucho más que el puerto de entrada a la Patagonia

Puerto Montt no es sólo el acceso a maravillas naturales. Tiene las suyas propias, Angelmó, Isla Tenglo y sus delicias culinarias enamorarán al viajero.

Puerto Montt
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PsTdeViaje
A poco más de mil kilómetros al sur de Santiago de Chile se encuentra Puerto Montt, capital de la Provincia de Llanquihue y de la X Región de Los Lagos. Este importante puerto marítimo conecta al resto del país con la zona más austral de Chile, las regiones de General Carlos Ibáñez del Campo y la de Magallanes. Puerto Montt se ubica frente al Seno de Reloncaví, que fija el fin del valle central a la vez que se le considera el inicio geográfico de la Patagonia chilena. 

Cómo llegar a Puerto Montt 
Desde Santiago se puede llegar a Puerto Montt en avión, coche o autobús. El vuelo dura aproximadamente 2 horas y hay vuelos diarios desde la capital. “El Tepual”, aeropuerto de destino, se encuentra a 16 kilómetros de la ciudad. Para hacerlo en coche, se debe seguir la Ruta 5 Sur, también llamada Panamericana Sur. Puerto Montt es el punto de partida para el desplazamiento hacia atracciones turísticas del sur de Chile como la Laguna San Rafael o Aysén. A una de las mayores atracciones de la sureña ciudad de Puerto Montt se llega caminando por la costanera hacia el poniente: la Caleta Angelmó. 

Angelmó, toda una historia 
Palafito en Angelmó
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PsTdeViaje
Es un lugar único y lleno de tradición. Una feria artesanal; cocinerías, que no son otra cosa que casas donde se guisan y venden platos cocinados y un mercado con frutos del mar, hacen de Angelmó un lugar mágico y pintoresco, que se remonta al siglo XVII. Si bien Angelmó no es lo suficientemente grande como para pasar días, bien merece que se le dediquen unas cuantas horas. 

Feria de Artesanía en Angelmó 
Con puestos permanentes durante todo el año y horario extendido durante el verano, se puede encontrar todo tipo de productos artesanales como tejidos a telar, chombas de lana natural, joyas de plata, monturas y sombreros de cuero. También es posible comprar Licor de Oro, bebida alcohólica hecha con suero de leche y alcohol, típica de la zona de Chonchi, pueblo de la Isla Grande de Chiloé, a unos 90 kilómetros al sur de Puerto Montt. 

Palafitos, cocinerías y delicias marinas 
Un palafito es una gran casa de madera edificada sobre pilotes enterrados en el agua. En Angelmó, acoge a los diversos locales que ofrecen los más apetitosos pulmay o curanto a olla, erizos, sopas marineras o salmón con papas cocidas. Todo acompañado de un delicioso pisco sour y la vista a la Isla Tenglo o a los canales del Reloncaví son el atractivo añadido. A la vez, se cocina a la vista de los turistas quienes son tentados por las camareras, las que voz en cuello ofrecen las delicias de sus respectivos restaurantes. Gracias al Mercado, también está presente la opción de comprar los productos del mar para cocinarlos uno mismo y de paso ver a los lobos marinos, gaviotas y pelícanos que se acercan para comer aquello que los locales y los turistas les arrojan. 

Isla Tenglo
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PsTdeViaje
Isla Tenglo - Puerto Montt 
Enfrente de Angelmó y separada por el Canal Tenglo, se encuentra la isla que lleva el mismo nombre que el Canal. En pocos minutos se puede cruzar a esta isla que se caracteriza por su frondosa vegetación, de exótica belleza. A 20 minutos por un camino de tierra se llega al lugar donde en 1983 se levantó una enorme cruz blanca, donde Juan Pablo II ofició misa en su visita del año 1987. La cruz de Tenglo, se encuentra en un espectacular mirador que ofrece una vista panorámica de la ciudad, la bahía y los alrededores, abarcando la cordillera y los volcanes Osorno, Calbuco y Tronador. 

Consejos de última hora para visitar Puerto Montt 
Si va a visitar esta zona debe tener claro que es una zona muy lluviosa, con precipitaciones de 1.200 a 3.000 milímetros anuales, debido a la influencia del mar. Es por esto que siempre es recomendable, incluso en verano, llevar un poco de abrigo liviano contra el agua y el viento.

© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Pedraza, villa medieval en pleno siglo XXI

Entrada de la Villa de Pedraza
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PsTdeViaje
Cualquier fin de semana el aparcamiento está repleto. Cientos de visitas repletan Pedraza, no solo por sus delicias culinarias, sino también por lo sublime del entorno.

A 35 kilómetros al noroeste de Segovia capital, en un pequeño cerro de la Sierra de Guadarrama, se puede encontrar una villa medieval, completamente amurallada y que aún conserva su única puerta de acceso. Es Pedraza de la Sierra y tiene 484 habitantes de acuerdo a las informaciones del INE del año 2008. Sin embargo, durante los fines de semana sus angostas calles de piedra se llenan de turistas que quieren conocer su cárcel, comer su cordero o sus fabulosos judiones. En 1951 fue declarada Conjunto Monumental lo que llevó a una restauración exhaustiva de todo el pueblo. 

Arco de la Villa de Pedraza 
La puerta de la villa es el único acceso a Pedraza. Se remonta al siglo XI, pero Iñigo Fernández de Velasco, señor de la villa, la mandó reconstruir en el siglo XVI, razón por la cual su escudo se puede apreciar en la parte alta de la misma. Formada por dos portones de madera de álamo negro que durante siglos eran cerrados al caer el sol, para seguridad de los vecinos. El encargado de dicha función era el carcelero, cuyo lugar de trabajo se encontraba a un costado de esta puerta: La cárcel de la villa. 

La Cárcel de la Villa de Pedraza 
Plaza de Pedraza
Créditos: Juan Pablo Severin
La antigua barbacana que protegía el acceso, era un edificio medieval del siglo XIII y fue reconstruido en el XVI, cuando se la habilitó como cárcel inquisitorial. Actualmente es propiedad de la Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza y fue abierta al público el 1 de Abril de 1994. Acompañado de un guía, el turista puede recorrerla y ver las mazmorras, las celdas, las dependencias del carcelero y conocer las escabrosas historias de quienes pasaron por ella. Una de las cosas más curiosas de esta cárcel, eran las letrinas. Estaban empotradas en los marcos de las ventanas y desaguaban directamente fuera de las murallas de la ciudad, donde era recogido por el propio carcelero y vendido como abono. Otras de estas letrinas desagüaban al sótano de la cárcel, donde estaban los presos de delitos mayores y cumplía una función torturadora, ya que caía en las instalaciones en las que ellos habitaban. 

Plaza Mayor de Pedraza
Créditos: 
PsTdeViaje
Plaza Mayor de Pedraza 
La Plaza Mayor es el punto de encuentro de todos los turistas que cada fin de semana abarrotan esta villa. De forma irregular y porticada, en uno de sus lados está el Ayuntamiento y en otro la Iglesia de San Juan Bautista. Por lo demás todo se encuentra repleto de bares, terrazas y restaurantes. Como en cada pueblo de Segovia, el cochinillo y el cordero están en la carta de casi todos los lugares.  

Castillo de Pedraza 
Pedraza
Créditos: Juan Pablo Severin
Es uno de los más antiguos de Europa, fue residencia de los reyes de Castilla y León durante la Edad Media. El castillo es una fortaleza construida en el siglo XIII y reedificada en el XV. Debido a la abolición de los señoríos en 1881, quedó abandonado y en ruinas hasta que el pintor guipuzcoano Ignacio de Zuloaga, la compró y rehabilitó en 1926, donde instaló su residencia. Desde allí retrató a las gentes del pueblo y los maravillosos paisajes. Fue en la torre del homenaje, del siglo XV también, donde instaló su taller. Lo herederos del pintor han preparado una segunda torre como museo donde se exhiben algunas de sus obras. 

Noche de las Velas 
Cochinillo en Pedraza
Créditos: Juan Pablo Severin
El primer y segundo sábado de julio, los pedrazanos y los visitantes adornan la villa con más de 35 mil velas. La iluminación pública es apagada y si alguien quiere encender la luz en casa, debe cerrar las ventanas para evitar “contaminar” el espectáculo de las velas que adornan calles, ventanas, plazas, jardines y patios. En la plaza del pueblo, se hace un concierto de música clásica, que acompañado a la luz de las velas, hacen de la villa un cuento medieval, una experiencia sublime.


© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados 



Podéis leer relatos de otros viajeros sobre Pedraza y la Noche de las Velas en Diario de Viaje y en Pedraforca #PostAmigo