domingo, 19 de febrero de 2012

Isla Grande de Chiloé


Palafitos en Castro, Chiloé
Créditos: S. Rossi
Chiloé, conocida por su magia y misticismo, es un espectáculo para los sentidos. Palafitos, curantos y bellas iglesias de madera lo esperan al sur de Chile.

La Isla Grande de Chiloé se ubica a 1.186 kilómetros de Santiago de Chile y a 90 kilómetros al suroeste de Puerto Montt. Tiene una longitud de 180 kilómetros de norte a sur y un ancho promedio de 50 kilómetros y su superficie total es de más de 9 mil kilómetros cuadrados. De norte a sur, es atravesada por la Cordillera de la Costa, conocida en esta parte del país como Cordillera del Piuchén o de San Pedro en su parte norte y de Pirulil en la sur. 


Cómo llegar a Chiloé 
Para llegar a la hermosa isla de Chiloé en coche, debe tomar la Ruta 5 Sur y en Pargua subir a un transbordador que tarda alrededor de 40 minutos en cruzar el Canal de Chacao, para atracar en la localidad del mismo nombre, Chacao. Otra opción es realizar el viaje vía marítima, desde Puerto de Quellón a Puerto Chacabuco, en un viaje que tarda unas 12 horas observando preciosos paisajes. También puede hacerlo desde Puerto de Quellón a Chaitén, tardando unas 6 horas. 


Castro, capital de Chiloé 
Castro, es la ciudad más antigua de la Isla y fue fundada en el año 1567. No puede irse de Castro sin visitar la Iglesia de San Francisco, el mercado artesanal y sus coloridos palafitos. La iglesia de San Francisco es la más grande de la Isla y fue declarada Monumento Nacional en 1979 y Patrimonio de la Humanidad en 2000. El mercado artesanal, es el más grande de la Isla y se encuentra a pasos de los palafitos, en la costanera de Castro. Entre sus productos, típicos chilotas, puede encontrar chalecos de lana artesanales o variados trabajos en madera. Para comer, puede acercarse a alguno de los palafitos, que se han adaptado como cocinerías, donde la estrella son los productos del mar. 


Iglesias de Chiloé, Patrimonio de la Humanidad 
Uno de los grandes atractivos de Chiloé son sus iglesias. Casi todas ellas siguen un “patrón” común de construcción que varía levemente según la época y la zona geográfica en las que hayan sido levantadas. Las iglesias chilotas tienen forma rectangular y un techo a dos aguas, algunas a tres. La fachada suele estar orientada al este frente a una gran explanada para las procesiones y en los lugares de mayor población, estas explanadas se han convertido en la plaza del pueblo.

Fachada de la iglesia Nuestra Señora de Gracias de Nercón, Castro, Chiloé, Chile
Créditos: Lin Linao


Los Palafitos de Chiloé 
Este tipo de construcción es la más representativa de la Isla de Chiloé, pero no la más abundante. Son casas que han sido edificadas sobre pilares de madera en el agua y que se han transformado en un verdadero estilo de vida. Algunos han sido reformados y adoptados para ofrecer al viajero la oportunidad de dormir sobre el mar, convirtiéndolos en hoteles u hostales. En la ciudad de Castro se encuentra Palafitos 1326, un hotel/boutique, según ellos mismos, donde puede elegir la vista (calle/mar) y dormir sobre el Pacífico arropado con la típica frazada chilota, hecha en lana de oveja por los artesanos de la zona. También en Castro puede alojarse en el Palafito Hostel, totalmente reformado en su interior y se permite al viajero cocinar su propia comida. Cuenta con espectaculares vistas al fiordo de Castro y al río Gamboa y sus zonas comunes son lugares ideales para conocer gente. 


Curanto chilote 
Curanto chilote
Créditos: Pastelera
Una de las cosas que sin lugar a dudas no puede dejar de probar en su viaje a Chiloé, es el curanto. Típico de la Isla de Chiloé, en la actualidad se ha extendido a gran parte del sur de Chile y Argentina. Se prepara al aire libre, en un hoyo en la tierra de medio metro de profundidad. El fondo del hoyo, es cubierto de piedras calientes y sobre ellas se ponen los ingredientes, entre ellos mariscos variados, pollo, costillar de cerdo y patatas, separados por capas de grandes hojas de pangue o de repollo. Al cabo de una hora, se van sacando en bandejas separadas los distintos ingredientes y se suele acompañar de chapalele, que es un pan a base de papas cocidas y harina de trigo, típico de esta zona. 


Recomendaciones para ir a Chiloé 
Lo ideal es llevar ropa ligera, pero que proteja sobre todo del agua. El clima es muy cambiante y en el mismo día puede llover y salir el sol, así que si va muy abrigado, puede ser un estorbo a la hora de recorrer. La ropa ligera, en cambio, se seca más rápido, además lo más seguro es que se traiga de su viaje el típico chaleco chilota. Para los pies, lleve unas buenas zapatillas que no lo dañen al andar y que resistan al barro por si llueve demasiado.

© Carolina Bassa Mercado, Derechos Reservados 

3 comentarios:

  1. Chiloé es uno de los lugares más mágicos y lindos de Chile, se lo recomiendo a todos. no se van a arrepentir

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  2. A mi me hicieron una oferta para trabajar en Chonchi, pues ahí hay una empresa pesquera española, de choritos (mejillones) concretamente, pero no llegamos a un acuerdo. Yo soy urbanita y Chiloé es demasiado natural.

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  3. Castro, una ciudad inolvidable.

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